jueves, 11 de enero de 2018

El Che y su carta a Armando Hart sobre los estudios de filosofía. Boltxe.



El Che y su carta a Armando Hart sobre los estudios de filosofía. Boltxe

Armando Hart Dávalos es uno de los miembros del Comité Académico Internacional de la Cátedra Libre Ernesto Che Guevara de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo.
En sus años juveniles fue vicepresidente de la Asociación Estudiantil de Derecho y dirigente de la Federación Estudiantil Universitaria de La Habana, desde donde encabezó la resistencia al golpe de Estado de Fulgencio Batista en 1952. Fundador, junto a Fidel Castro, del Movimiento 26 de julio y dirigente del mismo en el Llano [en la lucha urbana], cayó preso y fue liberado con el triunfo de la revolución en 1959. Desde entonces dirigió el Ministerio de Educación y la campaña nacional de alfabetización. En 1965 pasa a desempeñarse como secretario de organización del recientemente fundado Partido Comunista de Cuba. A ese desplazamiento de tareas hace alusión la dedicatoria «Mi querido secretario» con que se inicia la carta del Che. En 1976 Hart se convierte en ministro de Cultura. Hoy dirige la Sociedad Cultural José Martí.
Cuando el Che le escribe a Armando Hart esta carta [recién pubicada en Cuba en septiembre de 1997 en Contracorriente, año 3, nº 9], Guevara había salido con el contingente cubano de la guerrilla del Congo y se encontraba «de vacaciones» -según ironiza la misiva- en Tanzania, antes de volver a Cuba y de allí marchar a Bolivia. Días después de escribirla, Guevara comienza a redactar su diario del Congo, publicado hace muy poco tiempo (Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1999). La carta está firmada por «R», inicial de «Ramón», nombre de guerra del Che en África y luego en Bolivia.
En la carta pueden leerse las opiniones críticas del Che hacia las posiciones ideológicas oficiales del Partico Comunista de la Unión Soviética [PCUS] del período de Nikita Jruschov -el de «coexistencia pacífica» (posterior a 1956)- lo cual explica que llame al líder soviético «revisionista» -término peyorativo- y mencione a Stalin, tal como por entonces planteaban los comunistas chinos en polémica contra Jruschov. Aunque luego el Che también reclama el estudio de León Trotsky entre los marxistas «heterodoxos», diferenciándose de esta forma de los seguidores de Mao Tse Tung (completamente hostiles y reacios a la figura de Trotsky).
Además, en su escrito aparecen las críticas al «seguidismo» filosófico que profesaban algunos cubanos frente al marxismo oficial en Francia, difundido por entonces en Cuba (en esos momentos se publican en la isla dos tomos de Lecturas de marxismo-leninismo agrupando a una serie de autores franceses de factura prosoviética -estalinistas aggiornados-, encabezados por el filósofo Roger Garaudy).
En cuanto a la referencia a «un estudio hecho en la Argentina» sobre Demócrito, Heráclito y Leucipo -filósofos griegos- no es seguro pero sí probable que se trate de La doble faz de la dialécticadel pensador argentino Carlos Astrada (Bs.As., editorial Devenir, 1962), pues allí se le dedican a los mismos varios capítulos. Aunque también es posible que se trate de la obra del filósofo italiano exiliado en Argentina Rodolfo Mondolfo El pensamiento antiguo (Buenos Aires, Losada, 1942, cuarta edición de 1958, tomos I y II), ya que allí figura un capítulo entero dedicado a «los atomistas: Leucipo y Demócrito».
En su conjunto, a pesar de su brevedad, esta carta permite observar el grado de madurez alcanzado por el Che en cuanto a la necesidad de una búsqueda de una alternativa filosófica e ideológica autónoma frente a la (autodenominada) «ortodoxia» marxista, incluyendo dentro de ella tanto a la cultura oficial de la Unión Soviética como a la oficializada por entonces en China.
Néstor Kohan


Carta del Che Guevara a Armando Hart Dávalos, Dar-Es-Salaam, Tanzania

Mi querido Secretario:
Te felicito por la oportunidad que te han dado de ser Dios; tienes 6 días para ello. Antes de que acabes y te sientes a descansar […], quiero exponerte algunas ideíllas sobre la cultura de nuestra vanguardia y de nuestro pueblo en general.
En este largo período de vacaciones le metí la nariz a la filosofía, cosa que hace tiempo pensaba hacer. Me encontré con la primera dificultad: en Cuba no hay nada publicado, si excluimos los ladrillos soviéticos que tienen el inconveniente de no dejarte pensar; ya que el partido lo hizo por ti y tú debes digerir. Como método, es lo más antimarxista, pero además suelen ser muy malos. La segunda, y no menos importante, fue mi desconocimiento del lenguaje filosófico (he luchado duramente con el maestro Hegel y en el primer round me dio dos caídas).
Por eso hice un plan de estudio para mi que, creo, puede ser estudiado y mejorado mucho para constituir la base de una verdadera escuela de pensamiento; ya hemos hecho mucho, pero algún día tendremos también que pensar. El plan mío es de lecturas, naturalmente, pero puede adaptarse a publicaciones serias de la editora política.
Si le das un vistazo a sus publicaciones podrás ver la profusión de autores soviéticos y franceses que tiene.
Esto se debe a comodidad en la obtención de traducciones y a seguidismo ideológico. Así no se dá cultura marxista al pueblo, a lo más, divulgación marxista, lo que es necesario, si la divulgación es buena (no es este el caso), pero insuficiente.
Mi plan es este:
I. Clásicos filosóficos
II. Grandes dialécticos y materialistas
III. Filósofos modernos
IV. Clásicos de la Economía y precursores
V. Marx y el pensamiento marxista
VI. Construcción socialista
VII. Heterodoxos y Capitalistas
VIII. Polémicas
Cada serie tiene independencia con respecto a la otra y se podría desarrollar así:
I. Se toman los clásicos conocidos ya traducidos al español, agregándose un estudio preliminar serio de un filósofo, marxista si es posible, y un amplio vocabulario explicativo. Simultáneamente, se publica un diccionario de términos filosóficos y alguna historia de la filosofía. Tal vez pudiera ser Dennyk [Guevara se refiere a Dinnyk que dirigió una historia de la filosofía en cinco tomos] y la de Hegel. La publicación podría seguir cierto orden cronológico selectivo, vale decir, comenzar por un libro o dos de los más grandes pensadores y desarrollar la serie hasta acabarla en la época moderna, retornando al pasado con otros filósofos menos importantes y aumentando volúmenes de los más representativos, etc.
II. Aquí se puede seguir el mismo método general, haciendo recopilaciones de algunos antiguos (Hace tiempo leí un estudio en que estaban Demócrito, Heráclito y Leucipo, hecho en la Argentina).
III. Aquí se publicarían los más representativos filósofos modernos, acompañados de estudios serios y minuciosos de gente entendida (no tiene que ser cubana) con la correspondiente crítica cuando representen los puntos de vista idealistas.
V. [En el original aparece el nº IV tachado y rectificado como V. La propia carta luego lo explica]. Se está realizando ya, pero sin orden ninguno y faltan obras fundamentales de Marx. Aquí sería necesario publicar las obras completas de Marx y Engels, Lenin, Stalin [subrayado por el Che en el original] y otros grandes marxistas. Nadie ha leído nada de Rosa Luxemburg, por ejemplo, quien tiene errores en su crítica de Marx (tomo III) pero murió asesinada, y el instinto del imperialismo es superior al nuestro en estos aspectos. Faltan también pensadores marxistas que luego se salieron del carril, como Kautsky y Hilfering (no se escribe así) [el Che hace referencia al marxista austríaco Rudolf Hilferding] que hicieron aportes y muchos marxistas contemporáneos, no totalmente escolásticos.
VI. Construcción socialista. Libros que traten de problemas concretos, no sólo de los actuales gobernantes, sino del pasado, haciendo averiguaciones serias sobre los aportes de filósofos y, sobre todo, economistas o estadistas.
VII. Aquí vendrían los grandes revisionistas (si quieren pueden poner a Jruschov), bien analizados, más profundamente que ninguno, y debía estar tu amigo Trotsky, que existió y escribió, según parece.
Además, grandes teóricos del capitalismo como Marshal, Keynes, Schumpeter, etc. También analizados a fondo con la explicación de los porqué.
VIII. Como su nombre lo indica, este es el más polémico, pero el pensamiento marxista avanzó así. Proudhon escribió Filosofía de la miseria y se sabe que existe por la Miseria de la filosofía. Una edición crítica puede ayudar a comprender la época y el propio desarrollo de Marx, que no estaba completo aun. Están Robertus y Dürhing en esa época y luego los revisionistas y los grandes polémicos del año 20 en la URSS, quizás los más importantes para nosotros.
Ahora veo que me faltó uno, por lo que cambió el orden (estoy escribiendo a vuelapluma).
Sería el IV, Clásicos de la economía y precursores, donde estarían desde Adam Smith, los fisiócratas, etc.
Es un trabajo gigantesco, pero Cuba lo merece y creo que lo pudiera intentar. No te canso más con esta cháchara. Te escribí a ti porque mi conocimiento de los actuales responsables de la orientación ideológica es pobre y, tal vez, no fuera prudente hacerlo por otras consideraciones (no sólo la del seguidismo, que también cuenta).
Bueno, ilustre colega (por lo de filósofo), te deseo éxito.
Espero que nos veamos el séptimo día. Un abrazo a los abrazables, incluyéndome de pasada, a tu cara y belicosa amistad.  R. [Ramón]
Texto publicado el 31 de julio de 2002



No hay comentarios:

Publicar un comentario