Histórica movilización por los presos políticos; cientos de miles de personas ¿Y ahora qué, Mariano?

12/11/2017

La calle Marina se ha llenado hasta la bandera de los miles de personas que han respondido a la llamada de las entidades ANC y Òmnium Cultural para convertir la movilización del 11-N en un clamor a favor de la libertad de los presos políticos y de rechazo a la aplicación del artículo 155. Unas 750.000 personas han participado en la manifestación, según cifras de la Guardia Urbana. Según el ANC, la que se ha bautizado como el Día de la libertad, ha sido una marcha de más de tres kilómetros de longitud.

La manifestación ha terminado en la avenida Icària, donde se han producido los momentos más emotivos de la tarde. Los manifestantes han encendido las linternas de sus teléfonos móviles alzando al cielo. Se hace silencio entre la multitud y la voz de Pau Casals abre paso. Han sonado por los altavoces las palabras que el violonchelista pronunció en su discurso ante las Naciones Unidas hace 40 años y la multitud estalló en dos gritos que pugnaban por abrirse paso: “Libertad” e “Independencia”. El ‘Canto de los Pájaros’ ha vuelto a imponer el silencio mientras los asistentes, algunos visiblemente emocionados, mantenían las linternas encendidas creando una gran avenida iluminada.

La emotividad ha crecido aún más aún cuando los familiares de los presos han subido al escenario y han tomado la palabra para ser portavoces de mensajes que les han trasladado los que hoy están privados de libertad. Han hablado, por ejemplo, la hija del consejero Joaquim Forn, la prima de la consejera Dolors Bassa o el hermano de Meritxell Borràs, entre otros.

Los mensajes han sido coincidentes en algunos puntos. Los presos agradecen el calor de la gente, reivindican la libertad, la legitimidad del proceso independentista y piden unidad y mantener la dignidad por encima de todo.